4 de noviembre de 2008

Cine + Videojuegos = ¿Basura inevitable?


MAX PAYNE


Recientemente visité yo mi tienda de videojuegos habitual, y, en un rato, nos pusimos a charlar el dependiente, otro cliente y yo. El tema que salió a colación fue la adaptación estrenada hace unas semanas del videojuego Max Payne. Como no podía ser de otra forma aquello acabó convirtiendose en un debate sobre las posibilidades reales de los videojuegos en el cine. Y es que desde hace unos años se suceden adaptaciones en ingentes cantidades, y como no podía ser de otra forma, cada una es un bodrio en si mismo, con honrosas excepciones, que aunque no son para tirar cohetes tampoco dan ganas de que te cortes las venas.

Las respuestas que he escuchado sobre las razones de esta situación han sido varias y venidas de todos los bandos. Para unos, ambos medios audiovisuales son distintos por lo que esto es lo máximo a lo que se puede aspirar, demostrando una conformidad alarmante; para otros este es el camino correcto, pues pagar por ver en cine lo que han jugado les parece una estafa, aunque no parecen sentirse tan estafados cuando pagan por ver en cine lo que han leído en libro; incluso criticos de cine han llegado a afirmar que esto es normal, pues el argumento de un videojuego es tan irrisorio que está claro que nadie ha llorado jamás en un videojuego, una opinión a la que estaría orgulloso de mostrar una enorme lista de juegos que me han hecho llorar, estremecerme o sentir miedo y otra de películas que no lo han hecho.




MORTAL KOMBAT


Yo en cambio opino que todo eso no son más que excusas, burdas falacias para autoengañarse o para argumentar la superioridad de un medio sobre el otro. A todos esos mentecatos yo les digo cual es el verdadero problema: la intención. ¿Cómo se puede esperar parir algo con cálidad cuando no se tiene esa intención? ¿Acaso alguno de los directores que han dirigido una adaptación de estas ha querido hacer algo con verdadera cálidad? NO. Han preferido escupir al mundo sus visiones, sus pésimas ideas, saltandose a la torera el material original. Max Payne tenía de base un excelente material para hacer una película oscura, con mucha violencia, algo como el Caballero Oscuro pero con pistolas, algo como Sin City pero en color. El resultado, una peli de acción mediocre. Alone in the Dark podría haber sido una autentica pesadilla, recordemos que el juego bebe de la obra de Lovecraft, podría haber dado una autentica joya del terror. La dirigió Uwe Boll, sobran las palabras. Y así suma y sigue.

Lo cierto es que la intención lo es todo, el que sepas como enfocar el material ya te da media película, aunque no te garantiza que sea buena, ayuda. ¿De que sirve tener un buen material, una interesante licencia si solo la usas para sacara algo con lo que ganar pasta, para aprovechar el nombre y sumarle ceros a tu cuenta corriente? Es triste pero ese es el caso, las adaptaciones solo sirven para ganar dinero, despreocupandose del material y de si tiene un minimo de cálidad, algo digerible. Esto solo ayuda a perjudicar la imagen de un mundo de los videojuegos, un medio que es más que Super Mario y Pokémon.

Por supuesto no todo videojuego es apto de ser llevado al cine. Lo de Super Mario fue esperpéntico, lo de Street Fighter mortal y lo de House of the Dead absolutamente cruel. Hay que partir de esa idea, saber qué es apropiado en celuloide y de qué manera, reitero el ejemplo de Super Mario, si lo haces, hazlo en animación o dibujo animado pero no con actores reales. Este es el primer punto donde la mayoría falla, ya que al pasar de la licencia madre cada uno hace lo que le sale de los huevos, hablando en plata. Fijensé en Resident Evil, debió concebirse como una peli de zombis, al estilo Amanecer de los Muertos, en vez de eso nos salen con otro puñetero film de acción, lo que da la vuelta ya a todo el material. Y es que por alguna razón todo lo convierten en una película de acción.

SILENT HILL



Asique, hay está el problema que yo veo, intención o manera de concebir las cosas y mientras se siga esta tónica todo va a seguir igual, sin variar. Hasta que alguien haga algo realmente bueno y los demás decidan que tal vez sea buena idea imitarle. Hasta entonces podremos seguir "disfrutando" de la filmografía de Uwe Boll o Paul Anderson.


Bueno, en breve escribiré la segunda, y espero que última, parte de éste articulo, donde os contaré a mi parecer que películas son salvables y cuales no. Nos vemos.

1 comentario:

Unknown dijo...

Uwe Boll ha hecho mucho daño en este sentido... aunque la adaptación de Alone in the Dark tenía su puntito, por el descojone xDDD. No creo que vaya a ver Max Payne, no me llaman nada. Mejor me quedo en casa jugando al Mortal Kombat.